HABLAR ES UN ASUNTO ESPIRITUAL
- harley ibarra
- 15 may 2024
- 5 Min. de lectura

HABLAR ES UN ASUNTO ESPIRITUAL
Hasta ahora hemos tratado acerca de la palabra de Dios y como ella produce oír y la fe de Dios en nosotros, ahora sumaremos un asunto que también es importante; el cómo podemos alinear nuestras confesiones a la realidad eterna de Dios y poder echar mano de ella en los días que nos toca vivir.
PROVERBIOS 18:20-21 Del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre; Se saciará del producto de sus labios. 21. La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos.
En este momento queremos expresar la importancia de nuestra confesión no como un asunto que pueda usarse para declarar cosas sin sentido o sin ninguna intensión espiritual o eterna.
Queremos resaltar la importancia del hablar conforme a la voluntad de Dios como un asunto espiritual y como colabora con edificación de nuestras vidas dentro del plan eterno.
EL PRODUCTO DE SUS LABIOS.
En la lectura mencionada de forma directa notamos como aquello que continuamente hablamos está edificando para bien o para mal, para vida o muerte.
“Del producto de sus labios” cuando se habla de un producto se refiere a una gestión que produjo un resultado final.
Nuestra palabra son una de las partes más espirituales que tenemos, nótese que las palabras se pueden oír, pero no se pueden ver.
Las palabras pueden causar un efecto no solo en quien oye, también causa un efecto en quien las dice.
Cuando hablamos estamos fabricando dentro de nosotros un producto, cuando hablamos estamos impartiendo vida o muerte en nosotros, cuando hablamos estamos sembrando, regando una semilla que en algún momento dará un fruto que comeremos.
Leer Mateo 15:18 Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre.
“LO QUE SALE DE NUESTRA BOCA NOS CONTAMINA O NOS LIMPIA, DE ENMOCIONES O PENSAMIENTO QUE NO SON CORRECTOS”
PROFESIÓN – CONFESIÓN.
Es importante identificar lo que estamos hablando, y no nos referimos a cualquier cosa que decimos, nos referimos a los que continuamente confesamos de forma constantes como cuando se está dedicado a ello.
Cuando hablamos continuamente de algo nos estamos profesionalizando en ese asunto.
La palabra profesar significa estar ocupado en; también como cuando se está en una carrera buscando una recompensa.
Otra palabra que traduce profesión en la biblia es un sinónimo es la palabra confesión.
Esta palabra confesión desprende un nuevo significado y es hablar lo mismo que; hablar estando de acuerdo con.
Es tan importante lo que estamos mencionando, que Dios incluye la confesión como una de las actividades de fe para nuestra salvación.
ROMANOS 10:9-10 que, si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo 10. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
Cuando estamos establecidos en la justicia de Dios, cuando realmente alguien cree en su corazón en la obra consumada de Cristo, su boca ahora se está profesionalizando en decir, en hablar lo mismo que Dios, en estar ocupado hablando conforme la realidad eterna del padre.
El pecado entro al mundo e introdujo la muerte, y todo comenzó hablando. El hombre hablo lo que no debió hablar, con quien no debió hablar y hablo el asunto que no debió tratar.
De la misma manera si creemos en el corazón la justicia de Dios la salvación, la vida en nuestro espíritu puede vivificar nuestras almas.
CRISTO EL SUMO SACERDOTE DE NUESTRA PROFESIÓN.
HEBREOS 3:1 Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús;
Nuestro Señor Jesucristo hoy hace una gestión, y es representarnos ante el Padre él es nuestra profesión.
Un sumo sacerdote es alguien que representa al hombre delante de Dios.
Por ello es importante procurar estar profesando, o confesando de acuerdo a la realidad eterna de Dios.
LA OBRA DEL PADRE CONFORME A NUESTRA CONFESIÓN.
JUAN 14:10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.
Observemos lo siguiente:
Jesús mientras estaba en la tierra no hablaba cualquier cosa, el mismo dice que no hablaba por su propia cuenta.
Nuestras opiniones no son tan importantes a la hora de profesar un asunto frente a las realidades eternas.
Notemos algo más en esta lectura que lo siguiente al hablar correctamente es un actuar de Dios; dice mi padre que mora en mi hace las obras.
¿Podemos verlo? alguien en donde Dios vive aquí en la tierra; primero no está dedicado a hablar, confesar cualquier cosa.
Segundo es la forma de dar acceso a Dios para obrar a través de nosotros.
VEAMOS EL SIGUIENTE EJEMPLO.
PRIMER EJEMPLO.
JUAN 11:25 Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
JUAN 11: 43-44 Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera! 44. Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir.
Una de las cosas que Jesús dijo antes de la resurrección de lázaro fue “Yo soy la resurrección y la vida” y después dijo: Lázaro ven fuera…
SEGUNDO EJEMPLO.
JUAN 9:5-7 Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo. 6. Dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego, 7. y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es, Enviado). Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo.
¿Lo podemos ver? Cristo entendía esta dinámica, él hablaba acorde a lo que él era, a lo que sabía de la eternidad y de allí sus confesiones.
El Padre no está comprometido con cualquier cosa que digamos, pero si con aquellos que dentro suyo está sucediendo la palabra, aquellos que la palabra ha producido la fe de Dios.
TENGAMOS EL MISMO ESPIRITU DE FE
1CORINTIOS 4:13 Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos.
Creer y hablar conforme a la palabra de Dios es importante.
Es un asunto espiritual, es traer lo que no se ve a este mundo visible.
Mantengámonos unidos en este mismo espíritu de fe, creamos, pero también hablemos.
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